Pasearemos por Laguardia, la capital de la Rioja Alavesa, a través de su trazado original de tres calles y una muralla que se mantiene en casi todo el recorrido, y que rememora cómo fueron nuestros grandes bastiones en época del rey Sancho el Sabio. Bajo el empedrado de sus calles con sabor medieval todavía se conserva el entramado laberíntico que unía las antiguas bodegas que existían en cada una de las viviendas de la población, como la Casa de Samaniego, el célebre fabulista autor del poema “La zorra y las uvas”.

Si coincide el momento del día, nos detendremos en la Plaza Mayor para ver cómo el famoso reloj de Carillón ameniza la villa con música y el baile del “Cachimorro” y dos danzarines con el atuendo típico. Allí, en la pared del Antiguo Ayuntamiento se esconden las antiguas unidades de medida, lo que nos recuerda que la zona fue importante plaza mercantil. Bordeando el muro recorreremos el parque del Collado, donde se pueden admirar las maravillosas vistas de los viñedos y algunas de las bodegas principales, como la construcción de Bodegas Ysios firmada por Santiago Calatrava, así como la antigua iglesia de San Juan en la parte sur, que oculta algunos secretos.

En Laguardia tendremos la posibilidad de visitar el interior de una bodega, tanto en el pueblo como en los alrededores. También hay opción de recorrer el cercano Poblado de la Hoya, yacimiento arqueológico entre la Edad del Bronce y el Hierro. Lo que no deberíamos perdernos es su iglesia de Santa María de los Reyes, situada en el norte del pueblo. Este templo gótico posee un retablo manierista y uno de los pocos Cristos articulados que conservamos y que todavía se exhibe en Pascua. Pero sobre todo esconde el mejor pórtico policromado del siglo XIV, único en España y que mantiene todo su color y belleza, una de las joyas artísticas de Álava.