Aquí te dejo mi selección privada de esos bares de pintxos vitorianos que han recibido premios, son muy peculiares o simplemente diferentes. Vamos, toda una experiencia culinaria de las de verdad. ¿Quieres saber dónde comer bien en Vitoria? Sigue leyendo.
Pasado el medio día, el estómago ruge, exigiendo ese pequeño receso que ayuda a llenarlo. Hoy tienes una enorme suerte, porque te encuentras en Vitoria-Gasteiz, la capital del País Vasco. Y todos sabemos que en Euskadi, lo que es comer, se come bien.
Sé que estás pensado: «¡Sí, hombre! Si ahora me tomo un bocado luego no voy a poder comer». Te podría referir la historia del donostiarra Patxi Bollos, (otro día te lo cuento en nuestro blog) pero sólo te diré que aquí un hamaiketako (el tentempié de toda la vida) no sólo no hace daño, sino que es hasta obligatorio para calentar motores antes de un copioso festín con mantel y servilleta.
Bien, pues aquí te cuento cuáles son, a mi parecer, los 5 mejores bares de pintxos. A los que voy con mis amigos. Si quieres vivir la experiencia gastronómica de nuestra tierra, no puedes perderte nada. ¡Al lío!
SAGARTOKI. Calle Prado, 18.
TOLOÑO. Cuesta de San Francisco, 7.
BAR TXIKI. Plaza de Abastos. Calle Jesús Guridi s/n.
PERRETXICO. Calle San Antonio, 3
KEA. Calle San Prudencio, 21
SABURDI. Calle Dato, 32
Puedes hacer clic en el nombre para ir a su web 🙂
¡Ah! Y no te olvides de dejarnos tu valoración en este enlace. ¡Gracias!
1) SAGARTOKI
Entre la Plaza de la Virgen Blanca y la Catedral Nueva se esconde este tesoro de nuestra gastronomía. Al entrar, tal vez te sobrecojan un poco las paredes llenas de premios, entre ellos la mejor barra de pintxos de España o la mejor tortilla de patata; porque la tortilla «baby» de Senén (el artífice de esta maravilla) es de órdago. Sin embargo, y aunque las clásicas gildas con tomate seco o las croquetas de queso azul y nueces, de parmesano y stracciatella, de tomate, o las de trufa, son un manjar de dioses, permíteme que te recomiende el huevo frito con patatas (2,80 €).
Ya sé que a ti este plato especialmente te sale de cine, pero te aseguro que no será como el de aquí, ya que fue el pintxo premiado en 2014 cuando fuimos la Capital Gastronómica de España. Esa especie de almohadilla con huevo de gallina caliente y lámina deshidratada de patata sólo tiene una forma de degustarse, ¡de un bocado! La explosión en la boca y tu expresión será algo digno de inmortalizar en redes sociales. Por cierto, no dejes de probar sus cócteles, son el maridaje ideal.
2) TOLOÑO
En el mítico edificio de los Arquillos, en plena Cuesta, nos encontramos con el Toloño, que gracias a la recién estrenada zona peatonal se ha convertido en un lugar de terraceo para nuestros estómagos. La gran discusión en Euskadi siempre ha sido sobre los mejores pintxos. ¿Sabéis quién fue el establecimiento en ganar el Primer Campeonato de Pintxos de Euskal Herria? Éste, con su milhojas de habitas (producto 100% alavés, no en vano nos apodaban los babazorros). Y es que, claro, una tradición de más de un cuarto de siglo hace que la experiencia sea un grado. Aquí se priorizan los bocados calientes con un servicio rápido, como el huevo trufado, la tosta de vieira o el risotto de hongo, que están para morirse; pero es el irlandés de perretxikos (3,60 €), con huevo a baja temperatura, perrechico y crema, el que merece una especial mención.
Como todo, hay que saber comerlo, emulando al famosísimo agente 007: no agitado, sino hundiendo la cuchara hasta el fondo, para poder paladear el manjar como se merece. Si tenéis dudas, Mikel y Sonia os las solucionarán al momento.
3) TXIKI
Su ubicación no puede ser más perfecta porque se encuentra en nuestra Plaza de Abastos, recién renovada, y si te pasas por ahí, puedes aprovechar a comprar alguno de nuestros productos más típicos, como una buena botella de txakolí o una cuña de queso Idiazabal ahumado; vamos, un dos por uno. El Txiki, que significa pequeño en euskera, no se refiere a su maña culinaria, que es espectacular, sino a su antigua ubicación de escasos metros que siempre se encontraba a rebosar. Actualmente es uno de los gastrobares de la Plaza pero también uno de esos establecimientos de toda la vida en Vitoria.
Cuando queremos una tortilla de esas de la abuela, muy jugosa y poco hecha, es nuestro lugar favorito. Tanto, que las podemos pedir para llevar y alegrar la cena de la cuadrilla. Aquí las vas a encontrar rellenas de chistorra, bacalao, jamón y pimientos, champiñones, o las clásicas de patata y cebolla. Fíjate si nos gustan que Raúl gasta 1.000 docenas de huevos al mes. Hay para todos los gustos, pero si quieres innovar, te aseguro que las tortipizzas te dejarán boquiabierto.
4) PERRETXICO
Muy cerquita de la Plaza de la Virgen Blanca, del Parque de la Florida y del Parlamento Vasco, aparece esta joya de lo inesperado, y es que Josean, nuestro pintxocultor, siempre nos intenta sorprender. Es nuestro brujo de la cocina, y con sus manos hace auténtica magia. Cuenta ya con tres “eguzkilores” en la guía BEST de los mejores bares de pintxos y tapas del País Vasco, y atesora otros muchos premios en el Concurso de Pintxos de Euskal Herria, o la Semana del Pintxo y la Cazuelita, una semana memorable que, por cierto, no os podéis perder, junto con la de Ardoaraba (aúpa el buen vino).
Cuando admiras su peculiar barra, enseguida te das cuenta que aquí nada es aburrido o cotidiano. Las sorpresas se suceden como con el donut de cocido, las croquetas de mejillón tigre, el turrón de foie con yogur de caserío y picatostes bronceados, que son una tentación. Pero tras la pandemia, el que no podéis dejar de probar es la vacuna perretxico: un pincho de chuleta envuelta en crema de patata cuya salsa se sirve en jeringuilla.
5) KEA
Este restaurante muy cercano al Teatro Principal y la calle Dato está en una de nuestras arterias peatonales. La decoración moderna y original se inspira en la tradición de uno de nuestros deportes tradicionales: la pelota vasca. Toda una experiencia. Su filosofía se basa además en producto, vermut y fundamento, vamos, lo que han denominado el Basque Fine Food. Con su nombre (kea = humo), María ya nos da una pista de su carta, pero algunas de sus especialidades se hallan en el vermut: bloody Miren, marianitos, el vermut ponche, y mi favorito, el txispún.
Si queremos hincar el diente tenemos variedad para hacerlo, desde un pintxo homenaje al Elcano con su crudo de bonito, o su brioche de chipis fritos, aunque yo me decanto sin duda alguna por su pintxo estrella: la josefa, una gilda deconstruida con pan soplado y emulsión de mahonesa de piparras, anchoa y perla de aceite. Una auténtica delicia.
6) SABURDI
Vale, he dicho cinco bares pero no he podido resistirme a incluir otro más. El Saburdi es ya todo un clásico. Entre dos esculturas muy reclamadas en Vitoria, como son el Caminante y el Torero (se llama Reflexión, en realidad), emerge este bar-restaurante con gran trayectoria en el picoteo vitoriano y una larga barra de más de 40 pintxos que te dejará sin aliento. Si en la variedad está el gusto, este es tu sitio. Bollito de pan bao con lechuga, tomate, cebolla y salsa de yogur al curry; boletus confitados con parmentier de patata y tierra de almendra con tinta de calamar; su talo de txistorra con compota de manzana; el bacalao confitado con patata, pimiento verde donostiarra y algas, o el pulpo con patata rota y gel de sidra con pimentón. Y un suma y sigue.
Pero en mi caso, al ser de Vitoria debo confesar que aquí somos golosos por naturaleza, así que nunca me olvido de pedir su magnum de Idiazabal, una creación única que mezcla crema de queso Idiazabal helada con chocolate blanco, virutas de guindilla, sal y otras originales creaciones. Tal vez de primeras no te convenza, aunque te puedo asegurar que no encontrarás manjar más celestial.